miércoles, 19 de marzo de 2008

LA ENVIDIA

Sufro a menudo en primera persona los estragos que puede hacer la envidia, pensé que la envidia era como los celos pero es peor, pues los celos solo los puedes sentir si amas a una persona mientras que la envidia puedes envidiar a cualquiera.
La verdad es que no sé porque me envidia, no tengo nada de especial para que me envidien,soy una persona normal, lo más importante para mi es mi gran familia, tener salud, algunos buenos amigos,el trabajo, en fin una persona normal.
No sé porque hacen frases sin pensar y sin saber, sin saber el daño que hacen, no sólo a la persona que quieren hacer daño, sino a las que tienen alrededor.
No puedo comprender que de un simple comentario o broma se inventen historias como si fuesen verdad.
No entiendo porque descargan su inseguridad y rabia con los que menos culpa tienen, y lo que es peor no se atreven a decírtelo a la cara, utilizando a terceras personas de mensajeros.
Para mi estas personas son cobardes, inseguras, no tienen control sobre su vida, ni tampoco pueden con la de los demás, quejicas, etc.
Es alucinante como tratan temas tan delicados con tanta ligereza, sin pensar en que pueden destrozar tantas cosas tan importantes....
Cada día entiendo y comprendo menos, y eso que soy más mayor.

domingo, 9 de marzo de 2008

ESOS EXTRAÑOS NOMBRES

En el sitio donde trabajo manejamos muchos listados con nombres y algunos son muy raros que no por ello dejan de tener su encanto, aunque a más de uno cuando me ha dicho como se llama le he tenido que contestar, "¿perdón?".
O acaso no tengo razón cuando alguien te dice que se llama Carpoforo, Amado. Telesfora, Tiburcia, Cristino, Dámasa, Hermenegilda, Eliseo, Altagracia pero ya te quedas con el ojo cuadrado cuando una señora te dice que se llama CAPITOLINA, jamás lo había escuchado.
Y algunos nombres cuando van acordes con sus apellidos no puedes evitar que te entre la risa sin querer, el que más me llamó la atención fue un señor que tenía el nombre y los apellidos iguales, ejemplo: Juan Juan Juan.
Otro día cuando tenga ganas os hablaré de algunas anécdotas curiosas que a más de uno han hecho soltar algunas lágrimas pero de risa.
Bueno bloggeros hasta pronto, cuidaros.